martes, 29 de noviembre de 2011

:)

-¿Palomitas?- Me dijo.
-Mm..- Había estado pensando que necesitada de mi ayuda para que el día fuera perfecto- Pues, ¿por que no?
Nos sentamos en la butaca del medio. Delante de nosotros había una pareja, cuando nos sentamos me dio un toque en el brazo y me los señaló.
-Atención.- Me dijo estirando la parte de debajo del ojo.
-A ver. ¿Voy a tener que mirar arriba verdad?
-Valla, me conoces.
-Demasiado.
-Me encanta.
-¿El que?
-Nada.
-Arg.
-Vale, ¿me dejas?
-Está bien- Le dediqué una sonrisa.
-Bien.
Cogió un puñado de palomitas y se lo tiró a la pareja. Nos miraron, y miramos a los asientos de detrás.
Confusa la pareja siguió viendo la película. Nuestras risas eran inaguantables. Le adoraba por hacerme reír.
-¿Te sientes bien?-Me dijo.
-Sí, pero la película te esta aburriendo, ¿verdad?
Asintió con la cabeza.
-Larguémonos.
Salimos de la sala, llevándonos por delante media caja de palomitas. Nos volvimos a reír y esta vez con más intensidad, todas las caras nos miraron cuando él me dijo al oído:
-¡Corre!
Corrimos hasta el parque que estaba al frente de la playa. Me senté en el columpio y el se apoyó un tubo.
Después de recobrar el aliento nos quedamos serios mirando al suelo, nos miramos y empezamos a reírnos.
-Nunca vuelvo a venir al cine contigo- Dije casi llorando de la risa.
-Vamos, no fue tan malo. Por cierto tienes una pequeña lágrima en el ojo- Empezó a reír.
-Creo que eres el único que me las saca sin hacerme daño.-Dije limpiándomela
-Me alegro.
Sonreí.
Caminamos el paseo marítimo. Nos paramos enfrente de una cristalera, me quito las gafas y se las puso el.
-¿Me quedan bien?
-Te lo discuto.
-¿Tan mal me quedan?
-No.- Dije con ironía.
Me empujó y al hacerlo se me bajo una asa de la maleta. Me puse recta y me la subí seria.
Me miró como si se fuera a morir de amor. Me cogió el brazo y me rodeo con los suyos, parecía que necesitaba hacerlo y había esperado para hacerlo. Le abracé, me cogió de la cara, le agarré las manos, se puso lo más cerca que podía de mi, me miró a los ojos y subió a mi frente y me beso en ella.
-Gracias.-Dije.
Me sonrió, ¿se me notaba tanto que tenía miedo? no quise pensar en ello.
Me cogió de la mano y sacó la cámara. Nos sacamos una foto en la cristalera. Me rodeó con su brazo, me acercó a el y me beso en la frente. No es que no quisiera besarle, pero tenía miedo. Continuamos caminando por el paseo agarrados de la mano.
Entramos a una tienda donde vi una pulsera en la que estaba inscrito 'Mi amor', sonreí y la volvía dejar en donde estaba. Le miré y estaba mirándome.
Yo salí primero de la tienda, tuve que llamarlo para que viniera. Cuando salió me cogió de la mano y nos fuimos a la parada de autobús. Nos sentamos en los bancos y me dijo:
- ¿Has quitado la foto de él que estaba en tu techo?
Miré hacia abajo.
-No puedo.
-¿Quieres que te ayude?
Asentí con la cabeza, me rodeo con el brazo y me dejó junto a el.
Llegamos a mi casa, se subió a la cama, despegó la cinta adhesiva y lo quitó del techo.
-¿Quieres acompañarme, por favor?
-¿A dónde?
-A empezar desde cero.
Mis ojos brillaron con la luz del sol y lo miré con cariño. Cogió la foto y una caja pequeña que se sacó del bolsillo.
Me llevó hasta un descampado.
-Lo que pase aquí se quedará aquí, de esa forma no recordarás nada del pasado.-Me dijo.
-Pero..
Cogió un mechero y quemo la foto. Mis ojos empezaron a brotar gotas, que iban dejando su camino húmedo por todo mi rostro.Cuando la foto se consumió por completo me abrazó.
-Todo estará bien.-Dijo con total seguridad.
Metió su mano en el bolsillo y saco la caja pequeña. Me la dio y la abrí.
Rompí a llorar, esta vez de felicidad.
Era una pulsera, era la pulsera que había visto en aquella tienda del paseo marítimo.
-Te quiero.-Dije.
Me abrazó
-Nunca estarás sola.
Una ráfaga de viento me acarició el pelo. Me cogió la cara cómo lo había echo anteriormente le cogí de la manos y se acercó lo mas que pudo, su nariz rozaba la mía.
Notaba como mi corazón va a cien, pero a pesar de ello me sentía segura.
Aparte sus manos de mi cara y por un momento se le borró la sonrisa de la cara, le cogí por la nuca y lo besé. Noté como me cogió por la cintura y me elevó. Tenía tanta fuerza, tanta pasión acumulada.
Me abrazó.
-Gracias.
-¿Gracias?
-Gracias por haberme esperado.
-Te volvería a esperar.
Le abracé.
-Te amo.-Me susurró al oído
Me escondí en su cuello y le dije:
-Y yo a ti.

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